Pico de Abantos

Es el mirador por excelencia de la comarca escurialense, es el pico más alto de los alrededores. Es una excursión obligada para todo vecino y visitante que quiera contemplar nuesro entorno natural. El Monte Abantos se llama así por el ave alimoche o abanto, también conocido como buitre egipcio, ya que en esta parte de la sierra, en tiempos del rey Felipe II, era habitual divisarlos por sus inmediaciones. También recibió el nombre de “Buen Monte del Oso”, debido a la abundancia caza mayor en la zona.
Está protegido por la Comunidad de Madrid, mediante su inclusión dentro del Paraje Pintoresco del Pinar de Abantos y Zona de La Herrería.
La ruta es de tipo circular, se recorre una distancia de 10,38 km, la altura máxima será de 1.737 metros, con un desnivel de 732 metros y de dificultad moderada. Puedes ver más información sobre esta ruta a través del QR de la imagen en Wikiloc.
Se sale del casco urbano por Carretera de la Presa, se deja la presa del Romeral a la izquierda donde se observan los restos de la primera del siglo XVI para abastecer de agua al Monasterio, la de Villanueva del XVIII y la actual de hormigón. Se sigue el camino bien marcado por las señales del GR 10. El roquedo dominante es el gneis que forma un anticlinal conforme con la cresta de Abantos. La vegetación arbórea está compuesta por pinos que fueron repoblados por la Escuela de Montes en los primeros años del siglo pasado, en la parte alta el pinar es más joven sobre marcados aterrazamientos. En las vaguadas a la orilla de los arroyos hay fresnos y sauces. Al llegar a la fuente del Cerbunal se encuentra el pasto de montaña (cerbuno). Desde la cima hay una vistas majestuosas sobre la depresión del Tajo, en los días claros se ven los montes de Toledo en la lejanía; hacia el Sur las Machotas, últimas estribaciones occidentales del Guadarrama. Al pie, en primer plano, el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, la Villa del Escorial, las dehesas que llegan hasta Torrelodones y al fondo la silueta de las grandes torres de Madrid. La vuelta se hace por el mismo sitio o se puede bajar por la Solana, un poco más escarpado pero sin dificultad para llegar al barrio del Carmelo de San Lorenzo.