Los relatos gurriatos del Duendecillo Bolilla. De ayer a hoy, más de cien años
J.C. SAIZ DE LOS TERREROS (Representante del Duendecillo Bolilla).- Don Antonio Cobos Doto, el gran pintor y diseñador de la Romería de la Virgen de Gracia, lo contaba hace unos años.
“Aquí hay un ejército de duendecillos que viven bajo las techumbres del Monasterio que disfrutan “aprensando con sus encantos a todos los que sienten gran amor por este Real Sitio y que un día vinieron a estos lares. Enseguida caes en su hechizo, que te seduce y no te deja marchar, y, si algún día lo haces, al final vuelves”.
A este que escribe le “atrapó”, hace ya algún tiempo, uno de ellos, y nos hemos hecho muy amigos.
Nació a los pocos días de la colocación de la última piedra del monasterio, allá por 1584, bajo la techumbre del Real Colegio Alfonso XII donde sus padres tenían su pequeña “duendería”, poniéndole el nombre de “Bolilla” porque era regordete, y su cara redonda les recordaba las numerosas bolas de granito que adornan el Monasterio y su Lonja. Hoy es el vecino más longevo de San Lorenzo, aunque se mantiene en plena forma. Lleva cientos de años guardando historias, documentos, crónicas de eventos importantes, curiosidades y anécdotas, todo ello referido al Monasterio, a Felipe II y al pueblo de San Lorenzo de El Escorial y sus gentes. Y lo guarda en un baúl mágico, que nunca se llena, se meta lo que se meta, pues no tiene espacio en la “duendería” para más.
Y me hico amigo de él para publicar sus historias, cosa que vengo haciendo desde hace diez años, para recordarlas, o en su caso, darlas a conocer.
Para iniciar su colaboración en esta nueva revista escurialense -está encantado de poder hacerlo-, me ha pasado el relato en el que recuerda la historia de las principales publicaciones, de todo tipo, que han tenido presencia en teste Real Sitio desde hace más de cien años, en que apareció la primera. Pide perdón si se olvida alguna.
Personaje principal de esta historia es Don José Cogolludo y Sánchez, gran gurriato, gran persona, y personaje peculiar por su vestimenta, con un gran blusón negro y gorrilla del mismo color, lo que hizo que fuera conocido por “ese de la blusa negra”.
Se le puede considerar como el primer impresor y editor de revistas y publicaciones de este pueblo, y así lo atestigua la placa instalada en la fachada de la casa donde inició su negocio de papelería -calle del Rey esquina San Antón-, y donde instaló la primera imprenta, con una máquina Minerva a pedal. De una forma u otra participó en el ochenta por ciento de las dieciséis publicaciones gurriatas que vieron la luz antes de 1.936, año de su muerte, víctima de la triste Guerra Civil.
De Misa dominical y de concierto en Terreros, disfrutaba con la gran clientela infantil de su papelería, que llegaba con una perrilla para comprar una cartulina de colores, y con ella Don José les realizaba un “molinillo”, con un alfiler y una cañita para hacerlo girar con el viento de la Lonja.
Primer semanario con todas las de la ley, que apareció en este Real Sitio se llamaba EL CAOS, publicado en marzo de 1.913, hace más de cien años, editado por la Escuela de Ingenieros de Montes, hasta mediados del año siguiente, por traslado de la Escuela a Madrid. Superó los cincuenta números. Luego fueron apareciendo EL ANTIFAZ, de los alumnos de la Universidad; EL DEFENSOR, del año 1.917; EN SERIO Y EN BROMA, de 1.918; EL PROGRESO, en 1.919; EL GURRIATO, desde 1.921 a 1.936; RENOVACIÓN, desde 1.923 a 1.925; ¿HASTA CUÁNDO?, con un año de publicación; EL CAMASTRÓN, con sólo tres números; FLORIDA, con larga duración; PAPEL DE VASAR, impresa en esa clase de papel utilizado para decorar las estanterías de cocinas, de agosto de 1.931 hasta agosto de 1.932; ESCORIAL, de 1.931, suspendida por sanción gubernativa, lo mismo que le ocurrió a FRISO, de 1933, después de diecisiete números; ARRIBA ESPAÑA, de 1.934; EL CIMBORRIO, con publicación de diez números durante el verano de 1.935; PRESENTE, de 1.939, órgano de la Falange, que publicó sesenta y cuatro números.
A partir de 1940, varias han sido las publicaciones con larga duración y de gran aceptación por los gurriatos.
El 14 de julio de 1.945, fundada por Carlos Sabau Bergamín; nació el seminario VELETA, y sus páginas sirvieron para animar y ayudar a la recuperación de la Romería de la Virgen de Gracia, que se logró al año siguiente. Se publicaron ciento diez números. Su fundador, fue el primer Romero Mayor de la Hermandad de Romeros de la Patrona.
El 12 de julio de 1.958, apareció el primer número del SEMANARIO ESCURIALENSE, la publicación gurriata de mayor duración, pues superó los seiscientos números. Sus creadores, Juan Ramos Nieto y Valentín Esteban Gamonal. Se esperaba con interés su salida los sábados.
También con larga duración, se publicó LA SEMANA DE EL ESCORIAL durante los años noventa, de pequeño formato, de temática y noticias gurriatas.
En julio de 1.979, nació GACETA DEL COLISEO, mensual, de formato estrecho y alargado, editada por la Sociedad Propietaria del Real Coliseo y dirigida por José Luis Martín. Su publicación se mantuvo hasta junio de 1.993.
Con el mismo formato que la anterior, y “para continuar con su exitosa andadura”, tal y como informaba en la portada de su número cero, nació LA GACETA ESCURIALENSE en diciembre de 1.993, de temática especialmente cultural, y diseño de Adolfo Ruiz Abascal.
La última revista que se editó en San Lorenzo de El Escorial fue AULENCIA, mensual, dirigida por Pilar Parla Gil, de temática y noticias locales. Su primer número se publicó en junio de 2.008, logrando varios años de publicación.
No editada en San Lorenzo de El Escorial, aunque trataba con frecuencia temas escurialenses, APUNTES DE LA SIERRA, de periodicidad mensual, dirigida por Marisa Ortega, de cuidada impresión y buen diseño, que apareció en junio de 1.994, y que mantuvo su publicación durante más de veinte años.
El duendecillo se atreve a asegurar que no hay en España, ni quizás en el Mundo, una localidad que haya contado con tantas publicaciones.
Hace más de cien años apareció la primera publicación gurriata. Hoy está en sus manos la última.
¡Bienvenida sea y larga vida!