Entrevista con Diego Díaz Palomo, El Escorial en sus paisajes
F. JAVIER PEREA UNCETA.- Autor de El Escorial en sus paisajes y nacido en San Lorenzo de El Escorial (1994), Diego Díaz Palomo es arquitecto y concejal del PSOE en la Corporación municipal en San Lorenzo de El Escorial. Charlamos con él para conocer lo que le movió a embarcarse a escribir sobre la transformación del paisaje escurialense, sus inquietudes como gurriato y como amante de nuestra comarca.
¿Cuál es propósito del libro y qué pretende despertar en sus lectores?
Este libro es el resultado de mi trabajo de fin de grado en arquitectura, presentado de manera divulgativa. Mi objetivo es que todas aquellas personas que, ya sea por amor a este lugar, por curiosidad o por simple interés en su entorno, puedan comprender el amplio valor patrimonial de este sitio desde una perspectiva diferente.
Quiero transmitir una reflexión sobre el crecimiento urbanístico desmesurado, cuyo único fin parece ser el económico, sin considerar otros aspectos que, en un lugar como San Lorenzo, deberían, si no ser los más importantes, al menos ser vinculantes al planificar el crecimiento urbanístico en un entorno protegido.
De igual manera, siendo consciente de que hay acciones irreversibles, pretendo reflexionar sobre aspectos que podrían ser recuperables y, sobre todo, resaltar la importancia de percibir el monumento desde los valores originales que lo inspiraron.
Un libro más sobre “El Escorial” ¿Qué lo diferencia de los demás?
Junto con mi tutor Javier García Gutiérrez-Mosteiro, tras plantear diferentes opciones, todas relacionadas con el ámbito del patrimonio arquitectónico, surgió la posibilidad de recopilar un catálogo fotográfico del entorno escurialense de diferentes fuentes. Con este material, guiado por mi tutor Javier García Gutiérrez-Mosteiro y a pesar de mi reticencia a abordar “El Escorial”, empecé a clasificar las tomas por fecha y posición. Pronto vi que el análisis que podía extraer de este material iba a dar lugar a un estudio o acercamiento al monumento que hasta la fecha no se había realizado, poniendo en valor el edificio no como un elemento protegido aislado, sino como el valor que el entorno aporta al mismo y cómo afecta a su percepción desde la transformación que el paisaje ha sufrido desde hace siglos, pero más concretamente desde finales del siglo XIX hasta la actualidad.
En la evolución o transformación del paisaje ¿de qué debemos arrepentirnos y qué debemos celebrar?
Es complicado hacer una clasificación tan tajante. Pero debemos arrepentirnos del desmesurado crecimiento urbanístico con edificaciones que podrían considerarse carentes de valor, e incluso sin criterios compositivos y estéticos vinculados a este lugar.
Sin embargo, no todo es negativo. A pesar de que Carlos III promovió la construcción de un núcleo urbano no permitido por las cédulas fundacionales de Felipe II, uno de los aspectos que, bajo mi análisis, fue correcto es que las edificaciones de Juan de Villanueva en el entorno más próximo al Monasterio han servido como barreras. Estas edificaciones han impedido que las construcciones de “menor calidad compositiva” que mencionaba antes alcancen las proximidades del Monasterio, salvaguardando ciertos ejes e imágenes del lugar. No obstante, se han perdido otras que el lector podrá descubrir en el libro.
Descartando el Monasterio y Casas de Oficios, ¿qué edificio o edificios resaltaría?
Un edificio poco conocido en profundidad, tal vez porque la mayoría cree que es coetáneo a las casas de oficios, es la Casa de la Reina de Juan de Villanueva. Es una obra magistral de arquitectura, no solo por sus elementos compositivos, sino también por la complejidad de albergar una multitud de diferentes tipos de “celdas” o habitáculos.
De todo el entorno, ¿cuál es tu vista favorita del Monasterio? ¿y sin él?
Hay dos vistas predominantes del Monasterio que me parecen especialmente significativas. La primera es al llegar por el “camino de Galapagar” o “de Valdemorillo”, desde donde se puede ver el Monasterio por su parte trasera en un solo plano. Esta vista tiene una fuerza enorme y refleja el respeto que Juan de Herrera pretendía mostrar hacia la naturaleza en su obra.
Y la segunda, es entrando por la Carretera de Robledo a la altura de la Casita del Infante Don Gabriel. La grandiosa presencia de las torres irrumpen en este punto y parecen gigantescas obras de orfebrería que se imponen sobre la misma traza de la carretera, anterior camino de acceso.
Sin el Monasterio me parece casi imposible entender este entorno, pero la vista hacia las machotas a la altura del camino del horizontal podría ser una de ellas.
La esencia de San Lorenzo radica en el Monasterio y en su entorno natural, luego fraguó la historia, la cultura, las gentes… Turismo, cultura, medio ambiente… Urbanismo, comercio, hostelería… ¿Cuál es el modelo ideal para este municipio?
Considero que el modelo actual de desarrollo urbano y económico se aleja de responder a las necesidades de los residentes No aborda adecuadamente la escasez de viviendas ni los precios desmesurados. Este enfoque, indirectamente, “nos expulsa” del municipio, y creo que es urgente plantear soluciones. Abogo por la rehabilitación de edificios en estado de abandono, que podrían satisfacer carencias sin sacrificar el patrimonio y la identidad.
Además, me preocupa el modelo económico local, que depende en gran medida de las visitas turísticas de medio día, sin fomentar la pernoctación. Es fundamental diversificar la oferta más allá de la hostelería, explorando otras áreas como el comercio, la cultura y las actividades recreativas. El modelo ideal debe centrarse en mejorar el día a día de nuestros vecinos y vecinas.
Creo que otra área crítica a mejorar es la gestión cultural. A pesar de contar con una rica oferta y programación, percibo una falta de iniciativa por parte del ayuntamiento para organizar un plan director de cultura. Deberíamos posicionar a San Lorenzo como un referente cultural.
Entorno natural, historia, cultura…
Al hablar del entorno natural, es inevitable para mí pensar en mi padre, quien desde muy pequeño me mostró mil rincones de nuestro entorno y sin duda sembró el amor que hoy siento por este lugar. La historia es inseparable de la “memoria”, y es fundamental conocerla para proyectar el futuro con respeto. En cuanto a la cultura, me hace pensar en las personas, tenemos el privilegio de contar con muchas personas que nos ofrecen un amplio abanico cultural.
Cada uno en su medida, ahora y a lo largo de los años, tanto Patrimonio Nacional, como Ayuntamiento y Comunidad de Madrid son responsables de la transformación del municipio… ¿qué le pedirías a cada uno?
Lo primero que debo pedirle a la Comunidad de Madrid es que desarrolle el Plan Especial, su desarrollo e implementación pueden afectar significativamente a nuestro municipio.
Al Ayuntamiento que agilice los trámites urbanísticos, ya que actualmente nuestros vecinos se ven afectados por la falta de respuesta en licencias, obras, etc. Además, también solicitaría la redacción de un Plan General de Ordenación Urbana, al que estamos obligados por ley, ya que actualmente siguen vigentes las Normas Subsidiarias de 1999, que están obsoletas.
A Patrimonio Nacional un mayor interés por la conservación, mantenimiento y puesta en uso de muchas de sus propiedades. Personalmente, me entristece ver el abandono de edificios como la Tercera Casa de Oficios o entornos como El Batán. También les pediría que se esfuercen en mostrar que no son “los malos de la película”, ya que somos privilegiados por su presencia y de una buena relación con Patrimonio Nacional todos saldríamos ganando.
Les pediría a los tres una mayor coordinación y colaboración, porque esto redundaría en beneficios para todos los vecinos.