El Zaburdón
A.M.R.- En una reunión que mantuvimos recientemente la dirección y los colaboradores de este periódico, manifesté mi preocupación en cuanto a poder contar cosas que puedan interesar a los lectores que tengan a bien leerlas. Y me quedó claro que había libertad para publicar lo que quisiéramos, cabía todo, siempre y cuando se respeten las formas y la educación pertinente. Gracias por esta oportunidad.
Quiero animar a todas las personas, y sobre todo a los mayores que tenemos más tiempo y además nos viene estupendamente contar cosas que puedan interesar a todos, que lo hagan sin ningún tipo de temor. No es necesario ser escritor, ni tener muchos conocimientos literarios, eso queda para los profesionales que lo hacen muy bien y tienen su público, sin ninguna duda.
Los que tenemos ya muchos años y los conocimientos de haber pasado por muchas situaciones, en muchos casos difíciles debido a los tiempos que nos tocó vivir -en mi opinión complicados años 40, 50, 60, 70 en los que teníamos una España recuperándose de una guerra civil-, pocos éramos los que podíamos elegir. Lo más accesible era trabajar en lo que se podía encontrar, incluso sin cobrar (solo propinas).
Aprender un oficio, fue lo que mejor hicimos. Orgullosos podemos estar de haber sacado adelante una familia con varios hijos, que han podido estudiar y tener una vida mucho más cómoda que nuestra generación.
Y podemos aportar otra forma de expresarnos, a nuestra manera, que en muchas ocasiones resulta más entrañable e interesante.
Yendo al grano. Podríamos decir que el significado Zaburdón es basurero, en estos prados a las afueras del pueblo era donde se llevaban las basuras de los dos pueblos El Escorial y San Lorenzo, también había una gran montaña de inertes (todo el escombro de las obras de la construcción).
No hace tanto tiempo, años 70, 80, 90, más o menos, en la zona del Zaburdón, solo existía el polígono Matacuervos, los talleres de Ugarte, el bar El Gallego y una serrería de maderas, (igual se me pasa algún detalle más). También unos edificios de piedra en ruinas (lo que es hoy la Academia de la Guardia Civil). Y, siguiendo la carretera de Guadarrama hacia abajo, la fábrica de NYLCAS -es muy posible que esta fábrica estuviera en marcha hace más años-, dedicada a la industria del textil con nylon. Supongo que de ahí le vendría el nombre de NYLCAS.
En esta fábrica trabajaba mucha gente del pueblo. Recuerdo el ruido de la sirena por las mañanas muy temprano, que indicaba la hora de entrar a trabajar para el turno del día; bajaban del pueblo muchas personas caminando, hombres y mujeres. Yo diría que en aquellos tiempos fue importante para el municipio.
Años más tarde se cerró, y abrieron otra fábrica que se llamaba RUNESCO que, años más tarde, se vendió de nuevo. Hoy en día están: el supermercado Día, El Corte Inglés, Carrefour, Burger King y, en su entorno, las gasolineras, el polideportivo, el centro comercial -con negocios de todo tipo-, el cuartel de la Guardia Civil, el colegio Antoniorrobles y el instituto.
La paradoja del tema es que aquí, justo encima del polígono y la Academia de la Guardia Civil, se encontraba el basurero de los dos pueblos, además de unas lagunas donde jugaban los niños y no tan niños. Incluso había alguna chabola habitada, que yo recuerde al menos, por dos familias. Y otro dato curioso: venia gente a buscar el carbón que se encontraba entre la basura.
Hoy en día es el centro económico y social más importante del pueblo.
Hubo dos alcaldes, que fueron relevantes en estos dos proyectos: D. Julio Muñoz “Cachi” -fue la época en que se construyó el polígono industrial Matacuervos-, y D. Francisco González “Paco Pastel”.
En este último periodo de tiempo se inauguró el polideportivo y el centro comercial. También es justo reconocer que hubo más alcaldes entre uno y otro, y que sin duda también harían cosas importantes, incluso participarían en estos proyectos, incluidos concejales y demás personal cualificado, pero yo me remito a lo que yo conocí personalmente en aquellos años.
Pero, con el beneplácito de la familia González Valbuena, creo merece la pena hacer un poquito de historia de lo que es hoy en día el negocio familiar de Paco Pastel.
Ni mucho menos pretendo hacer publicidad al respecto, pero considero -en mi humilde opinión-, que son dignos de admiración si sabemos de dónde vienen sus raíces y, sin duda también, habrá muchos casos como este que merezcan su reconocimiento -tiempo al tiempo- y que, con mucho esfuerzo, trabajo, y sacrificio están donde están.
Los dos apellidos son igual de importantes, González pastelero y Valbuena hostelera, este último apellido descendiente de lo que hoy en día es el Restaurante El Candil. Juntos sacaron adelante una familia de cuatro hijos y crearon el negocio al que me quiero referir a continuación.
D. Francisco González nace de una familia humilde, comienza a trabajar a muy temprana edad de aprendiz de pastelero, que al mismo tiempo compagina estudiando y consigue ser maestro. Le recuerdo dando clases nocturnas para adultos. Unos años más tarde, desde el partido en el cual militaba se presenta como cabeza de lista y es elegido ALCADE DE SAN LORENZO DEL ESCORIAL.
Es, en esta época, como decía anteriormente, cuándo comienza a funcionar lo que es hoy en día la zona comercial y el polideportivo del Zaburdón. Puedo decir de primera mano, en cuanto al centro comercial, que se ofreció a todos los empresarios la oportunidad de invertir en alguno de los locales. Algunos lo hicieron y otros no pudimos o no lo vimos tan claro. La cuestión es que fue un acierto para aquellos que pudieron hacerlo, entre ellos el propio Sr. González, quien trabajó varios años como pastelero y de donde nació Paco Pastel, hasta que sus hijos tomaron el relevo y los cuales hoy en día lo dirigen, yo diría, con mucho éxito. ¡Enhorabuena! l