“El pasado no nos dirá lo que tenemos que hacer, pero sí lo que deberíamos evitar”
FDO. DEL CAMPO FERNANDEZ-SHAW.- Escuchando y observando (absolutamente entregado) hace unos días a dos genios de la música, de la creación y de la interpretación, dos vecinos de por aquí, por cierto, su genialidad me generaba sentimientos que mezclaban tristeza y rabia, emoción y alegría… como suele pasar cuando conectas con una manifestación artística, sea la que sea y venga de quien venga…
Nunca he sabido la verdadera medida ni significado de la calificación de “culta” de una persona y, por eso no me considero culto…pero sí muy interesado y voraz consumidor de una ecléctica variedad de gustos culturales; ni siquiera sé si el apelativo “culto” se puede aplicar a un colectivo, a una sociedad, a una localidad… Pero es que vivo en un Real Sitio con un bagaje de historia, cultura y arte difícilmente comparable con otros sitios (sin realeza y en minúscula) en el que, verdaderamente, muchos no somos conscientes del talento que hay en este lugar tan realmente desaprovechado.
No seré yo quien pretenda decir a otros lo que han de hacer, pero alineándome con el encabezamiento de estas líneas, sí que quiero compartir una reflexión que (me consta) se hacen muchas personas con las que hablas en el día a día, en un contexto de mera inquietud cultural relacionado con nuestro pueblo.
Y es que, sin ánimo alguno de polemizar, si la cultura es, desde el plano personal, sinónimo de educación, de sabiduría, de conocimiento, de pensamiento crítico, de formación…y, desde el ángulo social es sinónimo de un conjunto de formas de vida, de costumbres y de desarrollo de una sociedad (la nuestra, la de este pueblo) … ¿qué se está haciendo al respecto?
Y aquí empezamos con las preguntas… ¿Hay alguien que sepa la barbaridad de vecinos que residen en nuestro San Lorenzo que tienen un talento, una valía y un bagaje profesional verdaderamente extraordinario? ¿Cómo se podría canalizar ese valor añadido que estos sanlorentinos podrían aportar a nuestro pueblo? Sin ser una lista excluyente, músicos, pintores, escritores, historiadores, cineastas, arquitectos, escenógrafos, bailarines, fotógrafos, cocineros… y brillantes profesionales y empresarios integrantes de esa “cultura profesional y empresarial” que, siendo cultura, no se expone en un salón de actos. ¡Son tantos y tantos “tesoros ocultos”!
Porque, al final… ¿existe un proyecto cultural en San Lorenzo? ¿Hay alguna entidad pública o privada que pueda planificar, organizar, desarrollar y analizar la ingente riqueza cultural que atesora estos escurialenses gurriatos o “de la colonia”? Hay algunas iniciativas particulares y colectivas que programan, entre otras actividades (y muy bien) jazz, música coral, pintura, poesía, divulgación cultural e histórica, etc., en lugares pequeños y con escaso aforo. Gran esfuerzo, gran compromiso y gran satisfacción personal.
Pero nuestra lacra de la dependencia administrativa que tenemos con aquellas entidades públicas titulares de emplazamientos culturales en nuestro municipio (Comunidad de Madrid – Coliseo Carlos III y Auditorio -, Patrimonio Nacional – Monasterio, Casas de Oficios, del Príncipe y del Infante -) parece ser un obstáculo insalvable para disponer de esos espacios cerrados… ¿un 80% de los días del año? No puede ser. Ni nos lo merecemos, ni nos lo podemos permitir.
Y tampoco seré yo quien juzgue si la supuesta megalomanía de un presidente autonómico que vislumbró San Lorenzo como “el Salzburgo español” fue la de un visionario, un loco de la cultura o un inteligente político que buscaba un rédito electoral…pero el tiempo le va dando la razón.
El Teatro Variedades (17 años cerrado y sin proyecto cultural alguno); el Mercado Municipal (ojo, que también es cultura, 30 años de decadencia y sumido en un lento proceso administrativo y técnico de revitalización, menos mal, asesorado por uno de los mejores conocedores del sector que hay en España); una Casa de Cultura “petada” de actos y casi sin fechas para absorber muchas propuestas, son de titularidad pública… en fin. Abrir una vía de colaboración institucional y cultural con esas instituciones propietarias de espacios para poder programar cultura… Rodearse de profesionales de la gestión cultural… escuchar a los que saben de esto. Dotar de un presupuesto digno a un área tan desaprovechada y poner al frente a personas que, si no saben, que se rodeen de personas que sí saben; si no pueden, que se les dote de los recursos económicos, humanos y técnicos que necesiten y, si no quieren… ¡ay si no quieren!
Y sí, todo esto lo hablaba con un par de personas, hace unos días, en la acera próxima a una tienda de comercio de proximidad (sí, sí, aún queda alguna…y abierta); pero no, esto ya es para otra reflexión…
Así que, como dijo el filósofo e historiador neerlandés Johan Huizinga el siglo pasado “si deseamos preservar la cultura, debemos continuar creándola”. ¿Queremos? Aprendamos de los errores pasados.
Podría ser una aventura apasionante. Muchos no lo veremos, pero merecerá la pena.