El Club de Golf y La Herrería

A.M.R.- Otra joya de nuestro entorno es el Club de Golf y La Herrería; No quiero ni pensar si esta obra se tuviera que acometer en estos tiempos. Respetando la opinión de todos, yo voy a dar mi opinión al respecto.
Cuentan que este proyecto del campo de golf y demás instalaciones surgió en una de las visitas que hizo Franco a San Lorenzo del Escorial, con motivo de la celebración en honor a la Real y Militar Orden de San Hermenegildo que, actualmente, se sigue celebrando cada dos años en el monasterio.
Franco tenía la buena costumbre de no pasar por el centro de la población con su comitiva para no entorpecer el tráfico en el pueblo y daba un rodeo para hacerlo por la carretera de Ávila. Al pasar por La Herrería hizo un comentario; “buen sitio para hacer un campo de golf”. Le acompañaba uno de sus ministros, que captó la idea y se puso en marcha lo que hoy en día es fuente de riqueza, ocio, deporte, restauración, etcétera, creando muchos puestos de trabajo y un espacio espectacular. Eran los años 60.
Soy consciente de que hay una parte de nuestra sociedad que no estará de acuerdo con esta obra, lo cual hay que respetar, pero si vamos a ser prácticos y a hacer cosas que sean positivas para todos, sin duda, ha merecido la pena.
Si nos fijamos en alguna de las fotografías hechas desde este entorno, incluso las vistas desde la montaña hacia la Herrería, diría que son espléndidas y no deterioran para nada el entorno, con sus praderas verdes, ese arbolado tan diverso y bien cuidado, con ese colorido que brinda espléndidos paisajes en cada estación del año, hacen en su conjunto que sea un hermoso espacio para el disfrute del deporte y el ocio, al servicio de todas y todos los que gusten practicar deportes como son el pádel o el tenis, e incluso disfrutar de un magnífico restaurante con entrada libre por la carretera que pasa por la Casita de Arriba. También se puede disfrutar del restaurante en la Casa Club, un magnífico edificio con unas instalaciones y vistas al monasterio y al campo de golf únicas y, por supuesto, una buena restauración.
Ya puestos a calificar de alguna manera un pareje tan singular como espectacular, del que podemos disfrutar todos como es La Herrería en su conjunto, podríamos decir que, tanto lugareños como turistas y visitantes, tenemos la suerte de disfrutar en este entorno maravilloso patrimonio de todos.
Es una delicia pasear por sus caminos y senderos bien cuidados. Podemos observar a personas de todas las edades: mayores, jóvenes y niños: unos caminando con sus animales de compañía y otros haciendo deporte.
Los colegios llevan a los niños de excursión; seguro lo recordarán como uno de los mejores recreos de sus vidas. Y, cómo no, un par de sitios para tomar un refrigerio: a la entrada el bar de Zarco, con una espléndida terraza y buena comida serrana. Y si caminamos hasta el final pasando por la ermita de la Virgen de Gracia hasta llegar a la Silla de Felipe II, encontramos otro sitio singular -aunque no siempre está abierto, más bien los fines de semana y verano-, en el que tengo el buen recuerdo de la morcilla, la tortilla y, en ocasiones, del conejo al ajillo.
Y para quienes no lo hayan conocido ¡cómo no recordar El Batán! Un restaurante con piscina… ¡Qué tiempos! El agua era heladora, puesto que se abastecía del riachuelo… ¡Un sitio emblemático! Nunca entendí por qué se cerró y se abandonó. Zarco también estuvo muchos años cerrado, cosas que decide la Administración, en este caso el Patrimonio Nacional. Vivian varias familias de este negocio. ¡Incomprensible!, o al menos, así lo veo.
Como iba diciendo, la joya de la corona, el campo de golf, se inauguró en el año 1966. La propiedad pertenece a Patrimonio Nacional -es decir a todos-; hay varias empresas que regentan los diversos negocios: restaurantes, escuela de golf, piscinas, pistas de pádel y tenis, con sus respectivas escuelas para adultos y niños, en verano campamentos para los más pequeños con clases y actividades de estos deportes.
Hay quien piensa que jugar al golf es de pijos y ricos; hace muchos años es posible que así fuera, hoy en día es como cualquier otro deporte, si tenemos en cuenta que un partido de golf dura cuatro horas (incluso más) y es un deporte que se puede practicar desde muy joven hasta muy mayor. Yo conozco a personas que juegan con más de 80 años. No voy a entrar en cifras, pero si lo comparamos con otros centros deportivos y sumamos las horas que pasamos en cada actividad igual no nos parece tan caro. Otra de las cosas buenas que tiene este deporte es que está en un entorno natural, al aire libre y, por tanto, es mucho más sano que otros que están en sitios cerrados -por ejemplo, los gimnasios etcétera-.
En fin, sin menospreciar a ninguna otra actividad y centro, ni mucho menos a nadie, que cada cual practique el deporte que más se adapte a sus gustos y a su edad. Eso sí, deporte, deporte y deporte, porque es salud. Para mí es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, me quiero referir al golf como hobby.