Dámaso Alonso en María Cristina
José Antonio Perea Unceta.- Uno de los más insignes directores de la revista “Nueva Etapa” de la Universidad María Cristina fue Dámaso Alonso (1898-1990) durante sus estudios de Derecho en 1917 y 1918. Su padre, ingeniero de minas gallego había fallecido y, aunque no le gustaba nada la profesión jurídica, por razones prácticas cursó, haciendo posteriormente la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid. En esta última disciplina se doctoró en 1928, completando su formación en el Centro de Estudios Históricos que dirigía Ramón Menéndez Pidal (al que sucedería como Catedrático de Filología Románica en 1941 en la Universidad de Madrid).
En aquellos años de estudios escurialenses veraneaba en Las Navas del Marqués, donde hizo una estrecha amistad con Vicente Aleixandre, también estudiante de Derecho, pero en la Universidad Central. Junto a otros tres amigos comenzaron a escribir poemas en un cuaderno -llamado posteriormente “Album”- entre 1918 y 1924. Aunque cada uno comenzó su propia andadura profesional, Aleixandre primero como profesor ayudante de Derecho Mercantil y después en la Compañía de Ferrocarriles Andaluces y Alonso como profesor de lengua española en la Universidad de Berlín y después en la de Cambridge, antes compartieron actividades en la revista “Filosofía y Letras” que dirigía Pedro Sainz Rodríguez y en la Residencia de Estudiantes.
Dámaso Alonso fue profesor en prestigiosas universidades (Stanford, Columbia, Oxford, Valencia, Leipzig, Yale, Harvard, etc.), Premio Nacional de Poesía en 1927, de Ensayo en 1969 y Premio Miguel de Cervantes en 1978, Miembro de la RAE desde 1948 y de la de Historia desde 1959, y Director de aquella entre 1968 y 1982 (sucediendo de nuevo a Menéndez Pidal).
Miembro de la “Generación del 27” es un poeta inspirado desde sus inicios por Rubén Darío y por la obra juanramoniana, pero él siempre se consideró un componente crítico de la misma y un integrante de pleno derecho de la “Generación de la poesía desarraigada”, marcada por la última guerra civil y su posguerra. Precisamente, las dos obras que marcaran este grupo fueron los “Hijos de la ira” de Alonso y “Sombra del paraíso” de Aleixandre, ambas publicadas en 1944. En el número 39 de 1944 de la “Revista Escorial” coincidirían ambos autores, el primero -habitual colaborador desde 1940 en esta publicación dirigida inicialmente por el mariacristino Dionisio Ridruejo- hablando de la poesía barroca y el segundo incluyendo aquellos poemas, compartiendo colaboraciones con otros autores como José Antonio Maravall, Rainer María Rilke o el entonces Ministro de Justicia -también mariacristino- Eduardo Aunós (que ese mismo año ingresó en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y tres años después en la de Jurisprudencia y Legislación).
Como curiosidad cabe señalar que esa generación poética a la que se adscribía tenía en la prosa su corriente literaria correspondiente, denominada ‘tremendismo’, con Camilo José Cela y su novela “La familia de Pascual Duarte” como primer exponente. Esta obra fue publicada en 1942 -después de haber sido rechazada por otras prestigiosas editoriales debido al temor a la censura- por la editorial Aldecoa, fundada por el General Rafael Ibáñez de Aldecoa, antiguo alumno del Real Colegio Alfonso XII. Éste era un militar dedicado a impresor/editor por obligación tras el retiro forzoso que le impuso la legislación promovida por Manuel Azaña en 1931 cuando ejercía de Ministro de Guerra -antiguo alumno de María Cristina del que hablaremos en breve- y que continuó en esta actividad por auténtica vocación en 1940 junto con su hijo Rafael.
Del paso de Dámaso Alonso por San Lorenzo de El Escorial constan también, como mencionaba al principio, sus aportaciones entre 1917 y 1920 a la revista de estudiantes de la Uni, “Nueva Etapa”, y un premio en un certamen de poesía en 1918, con su primer poema conocido, “El español”, aparecido en el número de 1917 y que es incluso anterior a sus “Poemillas de la ciudad”, su primera obra, publicada en 1921. l